Meditación consciente: Cómo practicarla paso a paso

conscious meditation

Hay personas que no conocen el sabor de la conciencia y que es incapaz de ver sus sueños. Para conseguirlo, practicar la meditación consciente es fundamental. En el siguiente artículo te contamos cómo hacerlo.

Dios nos oye y nos responde en el lenguaje de las emociones y estados. Escuchar lo que Dios nos quiere contar nos ayudará a encontrarnos a nosotros mismos y alcanzar nuestra felicidad.

La espiritualidad personal hay que alimentarla conscientemente con impresiones elevadas, para que crezca. Ésta está relacionada con el maestro, con Dios. Cuanto más fuerte sea tanto mayor es el vínculo. Es necesario encontrar cada día alimentación para ella concentrarse en lo elevado, de lo contrario ésa puede debilitarse y perecer.

En el artículo de hoy, basado en la sabiduría escrita en el libro Después de la Muerte que podréis encontrar y descargar en nuestra web, podrás encontrar este capítulo completo. Comenzamos, para reflexionar, con la fábula del pececillo dorado.

La fábula del pececillo dorado

Cierta vez un hombre pescó un pececillo dorado y éste le dijo que cumpliría cualquiera de sus deseos. El hombre, indeciso, pensó qué debía pedir:

  • ¿Dinero? Pero si se enferma y queda lisiado, éste no le ayudará.
  • ¿Salud? Pero se puede morir.
  • ¿Inmortalidad? Puede que en unos mil o dos mil años le aburra su existencia y quiera morirse.
  • ¿Fama? Los enemigos pueden hacerle daño y ser encarcelado.

Pensó durante mucho tiempo hasta que llegó a la conclusión de que carecía de entendimiento para comprender las cosas y pidió tenerlo.

Cuando se hizo sabio comprendió que lo más importante es estar en dios, tener un contacto continuo con él, alcanzar el samadhi , la fusión total con dios y, a través de él, conseguir todo aquello en lo que sólo se puede soñar, incluso, aquello en lo que ni siquiera era capaz de pensar, porque no podía suponer que esas cosas existieran.

Porque Dios lo es todo, lo que existe y puede existir, pero ¿cómo conseguirlo? El pececillo se ha marchado, ¿qué hacer?

Entonces comprendió que el único camino hasta él es implorárselo al mismo Dios, sólo él puede concedérselo. Y el hombre, día y noche, empezó a recordárselo a sí mismo cuantas veces pudo.

meditación consciente

Rogar a Dios para que le otorgue esa relación con él, para estar en él. Y cuando con mayor frecuencia y duración se centraba en ello, empezó a encontrarse en estados divinos de amor, bendición, silencio, entendimiento, paz, etc. Daba un paso al encuentro de Dios y Dios daba otro acercándose al hombre.

Así continuó hasta que se diluyó en el mahasamadhi, fundiéndose en él para siempre, adquiriendo la infinitud, todo lo que existió, existe y existirá, y todo lo que no es posible describir, ni manifestar, ni pensar en ello.

CÓMO HACER UNA MEDITACIÓN CONSCIENTE

Prácticas pre-meditación

Es recomendable leer poesía antes de la meditación consciente. Hacer aquello que estimula un estado elevado: la poesía, cantos espirituales, algunos textos, recuerdos sobre el maestro espiritual, cualquier cosa (es algo individual para cada uno) que motive una emoción elevada.

En estos momentos se crea abundante energía astral y es más fácil ser consciente.

Por eso en el evangelio dice “despertad (tomad conciencia) y orad”. Cuando surge la conciencia es bueno efectuar una oración porque sólo en estado consciente ella se convierte en vínculo con el centro emocional elevado y, a través de él, con Dios.

Por eso la práctica de la conciencia hay que intercalarla con la oración y con aquellas cosas que estimulan el estado elevado, para que se fortalezcan uno al otro.

También, para que el tamas del cuerpo no interrumpa a la concienciación, antes y después de la sesión se debe realizar paseos, danza, yoga, etc. Cuando el cuerpo está animado es más fácil estar consciente.

Hay que probar diversos modos (acentuación en la concienciación), para desconectar el dialogo, estar aquí y ahora, quietud y silencio interior. Verse desde fuera, sentir el centro desde el cual nace la atención, percibir la respiración, etc. Esto permite ver todos los matices de esta práctica.

También hay que cuidar la relajación del rostro, efectuar la práctica del murchha, la respiración pausada, vigilar el momento cuando nuevamente te sumerges en el sueño.

Cómo meditar conscientemente

Al principio, todas estas cosas hay que desarrollarlas de modo alterno, una práctica o iniciar una nueva cada 2 a 3 minutos y abandonar la anterior. Luego prolongar el tiempo hasta los 5 a 10 minutos por práctica.

Mirar durante 10 a 20 minutos alguna vista bonita o una llama sin entablar diálogo, percibiéndose uno mismo, al menos corporalmente (el lugar de donde parte la atención), procurando no distraerse.

Observar qué es lo que sumerge en el sueño: los pensamientos, las asociaciones, la imaginación, que es lo que imposibilita mantenerse en estado despierto.

Durante los periodos de conciencia, también se puede cultivar la evasión, un resquicio entre la conciencia y las sensaciones, los pensamientos, etc. Para conectar con los órganos de los sentidos pasar las cuentas concentrándose en las percepciones.

Masticar chicles para el sabor, el incienso para el olfato, la música (canto de las aves, etc.) para el oído, la contemplación (yantra, flor) para la vista.

Realizarlo de modo alterno de 3 a 8 minutos. Luego tras una pausa, conectar otro órgano sensitivo.

Cada uno debe detectar cuando le es más fácil concentrarse y recurrir a ese órgano para la meditación en un nivel mayor. Acentuar la percepción de ese órgano en el mantra, yantra, mudra y otros modos de poner en funcionamiento ese órgano.

Al final, hay que unificar todos estos métodos para ampliar la conciencia. Realizar una meditación con todos los órganos de los sentidos.

Los ruegos a Dios

Dios nos oye y nos responde en el lenguaje de las emociones y estados. Los ruegos a Dios deben empezar por implorar el perdón de los pecados, luego pedir entendimiento para que los pensamientos de las personas cambien, que puedan ver la salida y entiendan que lo que necesitan es otra cosa.

Hay que estar abierto a todas las respuestas y es importante saber que dios ayuda a aquellos que le sirven desarrollándose ellos mismos y apoyando en ello a los demás. Por eso, es lo primero que hay que solicitarle, porque en ello está la evolución del alma, el desarrollo.

Por eso, empezad ahora mismo a rogar a Dios para recibir un contacto con él, estar en él, transformarse con su influencia. Abriros a la influencia de su amor, sabiduría, bendición, quietud que descienden.

Intentad con mayor frecuencia y duración estar en ese estado e implorarle, centrarse en él y enseñar a otras personas a buscarlo.

Es lo más importante y principal de todo, porque no tenemos ningún pececillo, pero si lo tenemos a Él. Él cumplirá vuestro deseo consciente si este va a estar siempre dirigido a él. Así que despertad y orad.

A continuación os dejamos una oración en inglés que solemos utilizar en nuestras meditaciones.

meditación consciente

También para meditar podéis utilizar este vídeo:

Vigilad aquello que obstaculice vuestra concentración y observad lo que debéis hacer para concentraros. Ante todo, es necesario que parta desde el corazón, que se despierten las emociones, porque dios oye la voz del corazón y responde en el lenguaje de las emociones.

Esperamos que les haya sido útil el artículo y que os ayude a encontrar los pensamientos elevados y las imágenes de abnegación, servicio, etc., que despierten al corazón. Hasta la próxima.

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